PorMar Calvo

20 Jul, 2018 - 2:00

¿Qué es la anemia ferropénica?

PorMar Calvo

20 Jul, 2018 - 2:00

De los diferentes tipos de anemia, la más frecuente es la anemia ferropénica, es decir, la causada por un déficit de hierro en la sangre.

La anemia afecta al 25% de la población mundial. Las causas pueden ser varias, pero la más frecuente es la anemia ferropénica. O lo que es lo mismo, la causada por un déficit de hierro en la sangre. Esta deficiencia de hierro provoca que el cuerpo no pueda producir suficiente hemoglobina y, como consecuencia, el traslado del oxígeno por el cuerpo se ve afectado.

Síntomas de la anemia ferropénica

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Puede que al principio los enfermos no noten que tienen anemia ferropénica, pero llegará un momento en que presentarán una serie de síntomas. Algunos de los más comunes son los siguientes:

  • Fatiga excesiva
  • Debilidad
  • Dificultad para respirar
  • Ritmo cardíaco acelerado
  • Mareos
  • Palidez
  • Inflamación de la lengua
  • Dolor de cabeza
  • Dificultad para concentrarse
  • Manos y pies más fríos de lo normal
  • Irritabilidad y/o mal humor sin motivo aparente
  • Uñas quebradizas
  • Hormigueo de las piernas
  • Pérdida de peso
  • Heces con sangre o más oscuras de lo normal

En los niños también se dan estos síntomas: falta de apetito, dificultad para mantener la atención, retraso en el crecimiento y/o empezar a hablar y caminar más tarde de lo que se considera normal.

¿Por qué se produce la anemia ferropénica?

Si crees que puedes tener anemia ferropénica debes acudir al médico para que averigüe las posibles causas y te ponga un tratamiento. Hablando de motivos, esta enfermedad puede producirse por varias causas. Entre ellas:

  • Pérdida de sangre. Eso incluye desde un sangrado abundante durante la menstruación hasta un sangrado gastrointestinal o una hernia de hiato, entre otros.
  • La excesiva destrucción de eritrocitos.
  • Una alteración en la producción de eritrocitos causada por un déficit de vitaminas o minerales, como el hierro, la vitamina B12, el ácido fólico o la vitamina C, por ejemplo.
  • Como consecuencia de otra enfermedad.

Si hubiera que identificar a las personas que tienen mayor riesgo de sufrir anemia ferropénica, habría que hablar de las mujeres (sobre todo si están embarazadas o tienen sangrados abundantes durante la menstruación), los bebés y niños pequeños (especialmente los prematuros o si nacieron con peso bajo), las personas vegetarianas o los donantes de sangre frecuentes.

Pautas de alimentación si sufres anemia ferropénica

Dado que la principal causa de esta enfermedad es un déficit de hierro, probablemente tu médico te indique que tomes suplementos de hierro. En el caso de que tengas que seguir una dieta en la que debas incluir alimentos ricos en este mineral, te listamos los que ofrecen más aporte:

  • Alimentos de origen animal, sobre todo carnes rojas, pescado azul, patés, hígado, pavo, conejo o mariscos. Todos ellos son una fuente fabulosa de hierro, sobre todo del denominado “hemo”. Este se absorbe un 30% más que el hierro de origen vegetal, “no hemo”.
  • Avena. Contiene hasta 4,5 mg por cada dos cucharadas de producto. También la hay fortificada con vitamina B.
  • Frutos secos en general y cacahuetes en particular. Estos últimos aportan suficiente hierro como para suplir el consumo diario recomendado.
  • Huevos. Cada huevo contiene 1 mg de hierro.
  • Granadas. Además de hierro, aportan vitaminas, potasio y fibra.
  • Tomates. Aportan betacaroteno y vitaminas C y E.
  • Alimentos ricos en vitamina C (naranjas, mandarinas, kiwis, pomelos, fresas, tomates, pimientos, perejil, etc.). Debes saber que la vitamina C mejora la absorción del hierro.

Por el contrario, hay que moderar el consumo de los alimentos que contienen ácido oxálico, taninos o fitatos. Es decir, espinacas, acelgas, coles, espárragos, chocolate, té, café, cereales integrales o vino.

Tampoco conviene abusar de los lácteos o los alimentos con calcio, ya que este mineral puede disminuir la absorción del hierro.

¿Cómo se detecta la anemia ferropénica?

Para poder diagnosticar la anemia ferropénica, lo normal es que el médico pida un análisis de sangre para comprobar el tamaño y color de los glóbulos rojos, el porcentaje de hematocritos, así como los niveles de hemoglobina y ferritina.

También puede pedir otras pruebas, como puede ser una endoscopia, una colonoscopia o un ultrasonido pélvico (en el caso de las mujeres).

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