5 trucos para que la carne al horno siempre quede jugosa
Al cocinar carne al horno debemos asegurarnos de sellarla antes en una sartén para preservar los jugos y meterla al horno cuando esté caliente.
Cocinar la carne al horno es una forma bastante saludable de preparar esta proteína. Y fácil, pues una vez que está dentro solo tendremos que preocuparnos de vigilar de vez en cuando para comprobar la cocción.
El problema es que a veces nos puede quedar seca y dura, pero con los trucos que compartiremos a continuación eso es cosa del pasado.
Cómo preparar la carne al horno
1. Ajustar los tiempos y la temperatura del horno a cada carne
Lo fundamental para que la carne al horno nos quede perfecta es ajustar la cocción a cada tipo de carne, pues no necesita el mismo horneado un pollo entero que un solomillo de cerdo. Aquí tienes unas breves pautas según la carne:
- Ternera: Las partes nobles basta con salarlas, echarles aceite y cocinarlas a temperatura alta durante un cuarto de hora, para que se haga antes la parte de fuera. Llegado ese punto podemos agregar vino, un poco de agua y bajar la temperatura para que siga asándose el tiempo que necesite. Un redondo de ternera suele necesitar unas dos horas, por ejemplo.
- Cerdo: Un poco de sal y algo de alcohol será suficiente. Podemos echar cerveza en vez de vino blanco para variar. Si quieres preparar unas costillas necesitarás un tiempo de cocción de una hora y una temperatura alta, de unos 200 ºC.
- Cordero: Lo bueno que tiene esta carne es que es bastante grasa, así que no necesita mucha salsa. Si es una pieza grande solo necesita sal y manteca o aceite. Horneamos a 180 ºC durante 45 minutos por un lado, le damos la vuelta, dejamos otro tanto, y listo. Podemos agregar agua o vino blanco. El recipiente ideal para asar cordero es una fuente de barro.
- Pollo: Para que el pollo al horno quede bien hay que hacerlo despacio. Puedes adobarlo, echar un chorrito de aceite y vino blanco o cerveza. Yo también le pongo un poco de caldo de pollo para que no se seque. Se sirve con su propia salsa.
2. Precalentar el horno
Un paso muy importante a la hora de cocinar la carne al horno es introducirla en el horno ya caliente. De esta forma se crea una especie de costra que hace que se preserven mejor los jugos en el interior de la pieza.
3. Crear vapor en el horno
Es interesante, además, colocar una fuente con agua o verter líquido en la bandeja del horno para que se genere vapor. Las verduras, el alcohol y el caldo en contacto con la carne también ayudan a mantener los jugos en su interior.
4. Sellar la carne antes de meterla en el horno
Si sigues los programas de cocina verás que los chefs sellan la carne en la sartén antes de introducirla en el horno. Esta técnica es perfecta para asegurar que los jugos de fuera se secan, mientras que los que están dentro de la carne se mantienen. Si utilizas esta técnica, recuerda que tienes que bajar la temperatura del horno.
5. Reducir la salsa para añadirla a la carne
Cuando hablamos de carne al horno cualquier técnica que consiga que quede jugosa es importante. Así que nada de dejar la salsa en la bandeja del horno. Lo que hay que hacer es sacar la carne y conservarla envuelta en papel de aluminio para que no pierda sabor.
Mientras tanto, ponemos la salsa en una sartén a fuego lento (si hay que rascar para que salga la costra, también lo hacemos porque tiene muchísimo sabor), para que se vaya reduciendo. Si es necesario podemos añadir un poco de maicena. Colamos y servimos caliente por encima de la carne.
Algo que yo nunca lo he probado, pero me dicen que funciona muy bien, es meter la carne en las bolsas para horno con saborizador que venden en el supermercado. Hay un montón de sabores diferentes pensados para los distintos tipos de carnes.
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