También conocida como fruta del dragón, la pitahaya o pitaya proviene de la familia de las cactáceas.
Procede del continente americano, de países como Nicaragua, Brasil, México, Perú, Colombia, Ecuador o Argentina, y también se encuentra en Asia, concretamente en Vietnam.
La planta de la pitahaya está provista de un tallo largo y hojas rectangulares, con una flor de color blanco o rosado que se abre únicamente por la noche.
El fruto tiene forma ovoide, de unos 10 centímetros, y pasa del color verde al amarillo o al rojo cuando está madura, adquiriendo un aspecto escamoso y con espinas en la piel, mientras que en su interior, la pulpa tiene una tonalidad morada o amarilla.
Pitahaya: aportes nutricionales y forma de consumirla

Componentes nutricionales
Se trata de una fruta rica en agua, con un porcentaje del 90%. Además está compuesta por minerales como hierro, fósforo y calcio, así como vitaminas B, C y E.
La pitahaya también es un alimento rico en fibra, que contiene pocas calorías, y es fuente también antioxidantes, carbohidratos y proteínas.
Beneficios para el organismo
En primer lugar, los antioxidantes y la vitamina C de la pitahaya ayuda a reforzar el sistema inmunológico y combatir las infecciones, aumentando la producción de glóbulos blancos, rojos y plaquetas. Además, influye en la formación de colágeno, huesos y dientes.
Ideal para hacer dieta
Su bajo aporte calórico, unido a los altos niveles de fibra y agua, hace que esta fruta sea el aliado perfecto para adelgazar. En este sentido, también ayuda a regular el tránsito intestinal, y además es una fruta que ayuda a saciar el hambre. Asimismo, sus semillas son laxantes naturales.
También se recomienda acompañada de otras frutas que la enriquecen en nutrientes para mujeres embarazadas y deportistas.
Como medida de previsión y tratamiento
La pitahaya también reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Aunque por otro lado, su capacidad para absorber hierro hace que sea altamente recomendable para prevenir o tratar la anemia.
Del mismo modo, reduce el nivel de ácido úrico y previene la formación de cálculos renales. También es recomendable para personas que padezcan diabetes, ya que regula los niveles de azúcar en sangre.
Cómo conservarla, prepararla y consumirla
La mejor manera de conservar la pitahaya es fuera de la nevera, en un ambiente seco, fresco y lejos de la luz directa del sol. Se quita la piel y se sirve en rebanadas.
Se suele servir fresca, aunque es posible hacer bebidas refrescantes o cócteles con ella. La variante amarilla se utiliza también como colorante, así como la preparación de alimentos tales como mermeladas, yogures o helados.