Fatiga muscular: ¿qué puedo hacer para recuperar?
La fatiga muscular puede ser el resultado de un exceso de entrenamiento, por un entrenamiento inadecuado o por una mala alimentación. Descubre algunos consejos para combatirla.
La fatiga muscular supone un agotamiento del centro de energía del cuerpo, eso se traduce en una sensación constante de cansancio y de fatiga. Las causas son diversas: desde un exceso de ejercicio hasta la repetición de rutinas que sobrepasan nuestro nivel actual de forma física. La alimentación también juega un papel clave y es que después del ejercicio debemos tomar proteínas complejas que ayudarán a reducir la degradación muscular.
Fatiga muscular: algunas causas
Además de las anteriormente mencionadas, la fatiga muscular puede venir por deshidratación. Si no tomamos la cantidad suficiente de líquidos aumenta nuestra temperatura corporal. Ambos factores unidos afectan enormemente a los músculos siendo decisivos en la fatiga muscular.
Otro de los factores que los estudios marcan como la principal causa de la fatiga es la reducción de glicógeno. Al hacer ejercicio el cuerpo utiliza las reservas de carbohidratos (en forma de glicógeno) convirtiéndolo en energía.
Cuando las sesiones de ejercicios son muy duras o la alimentación no es la más adecuada, estas reservas se agotan provocando con ello el agotamiento del cuerpo.
Fatiga muscular: ¿cómo recuperar el cuerpo?
- Estira durante al menos 25 segundos cada músculo que intervino en el ejercicio. El estiramiento es clave tras la serie de entrenamientos pero debes prestar especial atención a las zonas más ejercitadas. Recuerda realizar movimientos lentos.
- Cuida la alimentación pre-entreno y post-entreno. Para dar lo mejor de nosotros mismos la alimentación tendrá que estar adecuada a nuestro nivel de actividad actual. Muchas personas cometen el error de infra alimentarse para adelgazar o quemar grasas más rápido, ese error no sólo genera fatiga muscular, sino que puede derivar en otros todavía más graves.
- Bebe agua o bebidas energéticas antes, durante y después del ejercicio.
- Los descansos deben ser fundamentales. Deja a tu cuerpo descansar durante al menos 24 o 48 horas. Esto no significa que no puedas moverte sino que alternes tus sesiones de entrenamiento con caminatas o paseos en bicicleta a un ritmo lento para que puedas recuperarte de la fatiga muscular.
- Si el dolor es intenso puedes aplicar compresas de agua fría y agua caliente en las zonas en las que sientas más molestias. No las utilices durante más de diez minutos y recuerda que es importante alternarlas para conseguir el efecto deseado.
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