Hot Yoga: pros y contras de esta disciplina
El Hot Yoga promete trabajar todo el cuerpo en ambientes extremos que alcanzan los 42ºC, ¿pero hasta qué punto es seguro ejercitarse a altas temperaturas?
El Hot Yoga está de moda y cada día suma más y más adeptos. Sin embargo, es una disciplina que también genera muchas dudas respecto a su práctica.
El Hot Yoga combina 26 posturas y 2 ejercicios de respiración que tratan de favorecer el correcto funcionamiento de los distintos sistemas de nuestro organismo.
Su práctica se lleva a cabo en ambientes con altas temperaturas que a los 42ºC y con un 40% de humedad, y normalmente las sesiones tienen una duración de 90 minutos.
De este modo, el poder terapéutico del calor calienta los músculos, lo que facilita su práctica y ayuda a trabajar en mayor profundidad, eliminando el trauma del estiramiento, y ayudando a prevenir lesiones y a desintoxicar el cuerpo.
A continuación vamos a ver más detalladamente los beneficios de esta disciplina y qué tipo de precauciones debemos tomar al ejercitarnos en estas condiciones extremas.
Beneficios del Hot Yoga
- Fortalece y tonifica numerosos grupos musculares, mejorando la fuerza y la flexibilidad de las articulaciones, y ayudando a prevenir y tratar lesiones.
- Elimina los dolores crónicos. De hecho, es muy útil para aliviar molestias de ciática, artritis o dolor de espalda, ya que nos ayuda a mejorar el equilibrio y la postura corporal.
- Favorece la pérdida de peso. Además, el sudor permite desintoxicar, revitalizar y purificar el cuerpo, favoreciendo así la eliminación de toxinas.
- Activa el funcionamiento del metabolismo, estimula el sistema inmunológico y favorece la circulación sanguínea.
- Reduce el estrés y la ansiedad. Al igual que el Yoga, el Hot Yoga es un gran aliado para tratar la depresión, el estrés o la ansiedad, reduciendo el ritmo cardíaco y la presión arterial, mejorando la concentración y creando un equilibrio perfecto entre cuerpo y mente.
Contraindicaciones y recomendaciones
Es importante tener en cuenta que las temperaturas corporales tan elevadas pueden provocar deshidratación, mareos, desmayos o incluso calambres musculares.
Para reducir los riesgos asociados a esta práctica, los expertos aconsejan incrementar la ingesta de agua, usar la menor cantidad de ropa posible y si fuera necesario reducir la duración de las sesiones de 90 a 60 minutos.
Otro de los riesgos de esta discuplina es ejercitar los músculos por encima de su capacidad, lo que puede derivar en una rotura de fibras o en una lesión todavía más grave. El calor nos puede ayudar a estirar, nos resulta más fácil y nos da la sensación de que tenemos mayor flexibilidad, pero la verdad es que conviene ir con cuidado y no estirar más de lo que nuestro cuerpo nos permite.
También es importante que tu cuerpo se adapte a trabajar en estas condiciones, por lo que conviene tener paciencia y descansar lo suficiente antes de comenzar con la siguiente sesión.
No olvides que el Hot Yoga es una disciplina que busca encontrar el equilibrio y la armonía física y mental, no es un deporte de competición, por lo que siempre debes seguir las instrucciones y recomendaciones dadas por los profesores del centro donde lo practiques.
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