Ventajas de las actividades extraescolares para niños y adolescentes
Las actividades extraescolares son muy beneficiosas para el desarrollo de nuestros hijos, pero debemos elegir las que les gusten a ellos, no a nosotros.
Inglés, fútbol, música, atletismo, natación, ballet, judo… A veces cargamos a los niños con más actividades extraescolares de las que deberíamos. Al final del día, nuestros hijos están tan cansados que acaban pidiéndonos que los desapuntemos.
Por eso es importante encontrar el equilibrio entre lo que nosotros queremos que hagan y lo que a ellos les gusta. También debemos tener en cuenta los horarios para que no les roben el tiempo que necesitan para hacer los deberes, estudiar y descansar.
Con eso no quiero decir que los niños no deberían hacer actividades extraescolares. Todo lo contrario, pues está demostrado que son muy beneficiosas para su desarrollo. Pero sí que debemos limitarlas y buscar un horario adecuado.
En mi caso, mi hijo va a las actividades extracurriculares que oferta su colegio dentro del horario lectivo (las hacen en el tiempo que tienen al mediodía, antes o después del comedor). Así, cuando sale del cole, ya está liberado. Ahora ha querido apuntarse a otra nueva, y como ha insistido, hemos buscado hueco los sábados por la mañana.
El libro que toda madre debería leer, y es gratis
No te pierdas toda la información sobre cómo criar a un niño hasta los 18 años.
Los beneficios de las actividades extraescolares
Tanto si son de ocio, artísticas, deportivas o académicas, las extraescolares ofrecen muchos beneficios para los niños. En general, les ayudan a desarrollar su personalidad. De forma más concreta, cada tipo de actividad aporta una serie de ventajas.
- Deportivas: sirven para aprender a trabajar en equipo, les ayuda a mejorar su psicomotricidad, son buenas para que canalicen la frustración y conocen desde pequeños la importancia de llevar un estilo de vida saludable.
- Artísticas: mejoran sus habilidades manuales, pueden expresar sus sentimientos y desarrollan su imaginación.
- De refuerzo: ayudan a mejorar en los estudios. Son útiles, sobre todo, para aquellos niños que necesitan fijar los conceptos aprendidos en clase.
Qué extraescolares escoger
Dicho esto, quiero volver a recalcar la importancia de que el niño tome partido en la decisión sobre las clases a las que va a acudir fuera de la jornada lectiva. No es que lo diga yo, solo me hago eco de lo que recomiendan psicólogos y terapeutas. A la hora de elegir una actividad extracurricular hay que tener en cuenta una serie de cuestiones:
- El niño tiene que ir a la clase motivado, y para ello es necesario que le guste lo que hace. Si le impones una actividad, protestará y no le sacará todo el provecho. Al final, es una pérdida de tiempo y de dinero.
- Si tu hijo no tiene muy claro por qué decantarse, siempre puedes pedir al centro, la academia o el gimnasio que le dejen acudir a una clase de prueba sin tener que pagar.
- Escoge las actividades en función de las aptitudes de tus hijos. Si no tiene oído para la música, a lo mejor debes desistir de que aprenda a tocar el piano.
- Es necesario elegir la extraescolar más adecuada para cada edad. No existen reglas al respecto, pero se sabe que los menores de 6 años responden mejor a las clases de dibujo, de pintura o a los llamados “predeportes”. En el ballet y la danza es mejor que se inicien lo antes posible (a los 3 o 4 años), mientras que para la gimnasia rítmica se recomienda esperar hasta los 7 años.
- Hay que tener en cuenta el carácter de cada niño. Por ejemplos, a los que tengan dificultad para relacionarse, les vienen bien los deportes de equipo. ¿Tu hijo es muy tímido? El teatro, el baile o el ballet pueden ayudarle. Para los niños nerviosos suelen recomendarse ejercicios que potencien su concentración. Ajedrez, natación o judo serían tres buenas opciones.
- Aunque es una realidad que las extraescolares sirven para darnos unas horas de margen a los padres trabajadores, no deberían tenerles ocupados más de tres días a la semana. No obstante, los padres nos damos cuenta enseguida cuando nuestros hijos están sobrecargados. En cuanto empiecen a dar señales de agotamiento, puede que haya llegado el momento de quitarles alguna carga.
- Lo ideal sería que la actividad extracurricular fuera diferente a la de las clases del colegio. Si necesitan clases de refuerzo, seguro que te avisará su tutor.
¿No hay ninguna extraescolar que despierte el interés de tu hijo? Abre el abanico de posibilidades y no te limites a las típicas. Hoy en días tienes un montón de recursos disponibles: programación, diseño de videojuegos, diseño e impresión 3D, robótica, cocina, mindfullness, cine, ilustración y cómic, producción musical, efectos especiales… Las opciones de actividades extraescolares son numerosísimas.