Cómo afrontar la muerte de los padres cuando los huérfanos son niños
¿Qué ocurre cuando un niño tiene que afrontar la muerte de los padres? Te daremos algunas pautas para ayudarle a sobrellevarla.
Negación, enojo, negociación, depresión y aceptación. Esas son las 5 etapas del duelo por el que pasamos cuando perdemos a un ser querido. ¿Pero qué ocurre cuando un niño tiene que afrontar la muerte de los padres?
Los expertos coinciden al asegurar que los menores de cinco años no entienden lo que es la muerte. Para ellos es como si la persona fallecida estuviera durmiendo, o en un viaje del que volverá. Por eso puede ocurrir que no lloren su pérdida.
Cuando ya son más mayores, pasan por diferentes fases. Primero lloran y piden que su papá o mamá vuelvan. Después, pierden la esperanza y se muestran apáticos. Poco a poco, van rompiendo con el vínculo emocional que les unía al fallecido y superando su pérdida.
Durante todo ese proceso, pueden sufrir episodios de ira y tener un comportamiento más infantil. Algunos niños, además, se preguntan si la muerte ha sido por culpa suya. También es frecuente que aumente el miedo a que el otro progenitor le abandone o también se muera.
Pesadillas, insomnio, conducta violenta, miedo a estar solo o a la oscuridad o bajo rendimiento académico son algunas de las consecuencias derivadas de la muerte de los padres. Por eso es muy necesario estar a su lado, abrazarles y decirles que todo va a salir bien.
Cómo se debe comunicar la muerte de los padres a los niños
Si comunicar el fallecimiento de un familiar a un adulto es complicado, cuando se trata de niños debe hacerse con muchísimo tacto. Ojalá nunca tengamos que pasar por ese trámite pero, si se da el caso, los psicólogos recomiendan seguir unas pautas:
- El progenitor que sigue vivo debe ser quien comunique la muerte del otro. ¿Cuándo? Lo antes posible;
- No dar detalles sobre el fallecimiento, pero sí decirles claramente que papá o mamá ha muerto. Así saben que no volverán a verlo. Si les decimos que se ha ido, pueden hacerse la ilusión de que va a volver;
- Dejar que el niño pase por las fases del duelo, darle el tiempo que necesite;
- El niño tiene que despedirse, pero no hace falta que vaya al funeral. Puedes pedirle que escriba una carta, por ejemplo;
- Cuando se sientan culpables, es importante dejarles claro que ellos no han tenido la culpa de nada. Que ha sido por un accidente, o una enfermedad, pero no por algo que ellos hayan dicho o hecho;
- Hablar con el colegio para que sus profesores entiendan por lo que está pasando el pequeño.
Qué ocurre con las finanzas de la familia cuando muere un progenitor
En caso de que el progenitor fallecido haya dejando herencia a su hijo menor, lo normal es que sea el cónyuge superviviente quien acepte la herencia en nombre del niño y administre sus bienes hasta que cumpla la mayoría de edad.
La pensión de orfandad
Además, la muerte de los padres da derecho a solicitar la pensión de orfandad cuando los hijos son menores de edad. Esta prestación económica la concede la Seguridad Social (El Instituto Socia de la Marina en los casos de trabajadores del mar) y su objetivo es proteger económicamente al niño.
Actualmente, para cobrar esta pensión no es necesario que el fallecido tuviese cotizado un periodo mínimo. Se cobra hasta que el beneficiario cumpla 21 años, o hasta los 25 si está estudiando, no trabaja o su sueldo es inferior al SMI.
En los casos de orfandad simple, la cantidad a percibir es la correspondiente al 20% de la base reguladora de la persona fallecida. Cuando la orfandad es absoluta, la cuantía aumenta hasta el 52% si no hay beneficiario de la pensión de viudedad. Si lo hubiera, al porcentaje de la pensión de orfandad se suma el fijado en la de viudedad.