Clic de la cadera en bebés: qué es y cómo tratarlo
El clic de la cadera es un pequeño problema que puede afectar a tu bebé al nacer. Te contamos de qué se trata exactamente.
Existen algunos problemas de salud que pueden afectar al recién nacido. A priori no suponen consecuencias importantes, pero es importante que sean detectados a tiempo para poder evitar futuras complicaciones. Una de estas anomalías es el clic de la cadera.
Se trata de un pequeño problema que afecta aproximadamente a 3-5 niños o niñas por cada 1000 recién nacidos. Además, es fácil de identificar y no conlleva gravedad.
¿Qué es el clic de la cadera?
Cuando los bebés nacen, una de las cosas en las que el personal médico pone atención, son sus caderas, que aún no están osificadas y cuya composición principal es cartílago.
La exploración tendrá gran importancia y tras unas simples maniobras, el pediatra podrá saber si existe algún problema o no. Si ocurre algo, puede ser:
- Displasia congénita o luxación: Cuando la cadera del bebé está fuera del lugar que debería, por lo que tendrá que acudir a un ortopeda infantil.
- Clic de la cadera: Cuando la cadera se encuentra dentro de su sitio, pero tiene tendencia a la inestabilidad u oscilación. En este caso no será necesario derivar al bebé a un especialista.
Así, el clic de la cadera es la propensión o la tendencia a que la cadera del bebé se salga de su sitio original. Su nombre se debe a que, al salirse, la cadera hace un leve ruido, como si fuese un clic.
¿Cómo tratar el clic de la cadera en bebés?
Si el clic de la cadera no va acompañado por una inestabilidad en la articulación, no se necesitará ningún tratamiento. Eso sí, se deberán seguir las indicaciones del pediatra, y se llevará a cabo una ecografía en el primer mes de vida para valorar el estado y confirmar que todo va evolucionando adecuadamente. Hay que tener en cuenta que las radiografías de caderas antes de los 6 meses no sirven, porque hay pocas estructuras que sean hueso, son cartílago.
Este problemilla suele ser más común en bebés primogénitos, bebés que nacen de nalgas y gemelos. Y aunque es muy raro que conlleve problemas más graves, si no se trata, el clic de la cadera puede provocar cojera, lesiones en los huesos o asimetría de las piernas en el niño o la niña.
El bebé no suele llorar ya que el hecho de tener la cabeza del fémur fuera (causa del clic de la cadera) no duele, por lo que será importante una buena exploración.
Existen algunas recomendaciones para tratar esta anomalía. Se recomienda que durante los primeros meses, se coloque al bebé con las piernas abiertas, así la articulación madurará más fácilmente. Las mejores formas para conseguir esto son:
- Usar doble o triple pañal: Ayudará a separar las caderas. Separando las piernas, la cadera se distancia más dentro de la articulación y así se evita la luxación.
- Usar mochilas o fulares para llevar al bebé: La posición del bebé es perfecta cuando es transportado con las piernas colgando, ya que la cadera queda bien posicionada en la articulación. ¡Los portabebés deben ser ergonómicos! Y no se aconseja el uso de tacatás, ya que empeoran el pronóstico.
En los casos en los que se produce displasia congénita de cadera, el pañal no servirá de nada, por lo que se recurre al uso de algún tipo de arnés. Este se encarga de mantener la cadera dentro de la articulación, dejando las piernas del bebé separadas de manera continuada. El tratamiento puede prolongarse durante varias semanas e incluso meses.
Para acabar, debes saber que no tienes por qué alarmarte si tu pequeño o pequeña sufre de clic de la cadera, ya que no indica ningún problema grave. Simplemente tendrás que seguir los controles corrientes y habituales de exploración por parte del pediatra.
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