Autismo: ¿qué es y cuáles son sus síntomas?
El autismo es un trastorno que suele manifestarse en los primeros años de infancia y que se mantiene durante toda la vida. Te contamos exactamente de qué se trata y cuáles son sus síntomas principales.
El autismo engloba un espectro de trastornos que tienen unas características comunes: importantes déficits en el desarrollo, profundos y permanentes, que influyen en la socialización, la imaginación, la comunicación y la conducta.
Se estima que en España hay 13.000 casos de niños y niñas afectados, por lo que es importante conocer de qué trata exactamente este trastorno y cuáles son sus síntomas.
¿Qué es el autismo?
Las definiciones y clasificaciones que se realizan sobre el autismo están en constante modificación, y normalmente las informaciones sobre este están referidas al autismo clásico.
Sin embargo, es importante saber que hay un gran espectro de trastornos con diversa gravedad que están dentro de lo que llamamos Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). Algunos ejemplos de diferentes trastornos dentro de este espectro serían el Trastorno Generalizado de Desarrollo o el Síndrome de Asperger.
El TEA tiene un origen neurológico y los niños y niñas que lo padecen tienen problemas con:
- La comunicación verbal y no verbal.
- La interacción social, es decir, la manera como se relacionan con el resto de personas.
- Intereses y comportamientos repetitivos.
Si bien citamos estas características generales que podrían englobar a todos los niños y niñas que padecen autismo, la Confederación de Autismo de España afirma que cuando se habla de autismo y de las personas que lo padecen, se habla de unas alteraciones similares, pero su manifestación variará dependiendo de cada individuo.
De este modo, ya que cada persona es singular en su forma de padecer autismo, se emplearán términos y síntomas comunes para hablar de personas muy distintas.
Síntomas del autismo dependiendo de la edad
Aunque cada vez hay más sensibilización respecto al autismo por parte del personal médico y de la sociedad, a veces existen retrasos en el diagnóstico. Por este motivo, es importante estar alerta a algunos síntomas que se pueden dar desde los primeros meses de vida del bebé.
Primeros meses de vida
Los niños y niñas nacen con algunas habilidades, y se dice que son sociales por naturaleza. Un ejemplo de ello es que antes de los nueve meses tu bebé ya podrá seguir tu mirada.
En el caso de los niños y niñas con autismo, existen algunos signos tempranos que les hacen diferentes y que deben tenerse en cuenta:
- Pobre contacto ocular, es decir, un contacto visual reducido, o ningún seguimiento visual.
- Escasa respuesta a estímulos, como puede ser no responder a su nombre o no sonreír.
- Pasividad y tranquilidad, es decir, un bebé que apenas demanda atención.
Más tarde pueden darse los siguientes:
- Simbolización o no imitación.
- Ausencia de juego con el resto de personas.
- Ausencia de atención compartida, como puede ser disfrutar cuando lees un cuento.
Estos síntomas aparecen de manera temprana y persistirán en el tiempo.
De 18 a 36 meses de edad
- No reacciona ni responde cuando le llamas, y parece que oye algunas cosas pero no otras.
- No señala con el dedo ni para compartir alguna experiencia ni para pedir alguna cosa.
- Tiene problemas con el contacto ocular, no suele mirar a los ojos y si lo hace parecerá como si no hubiese nada delante de él o ella.
- Opta por jugar solo.
- Si se cae no busca consuelo ni llora.
- Es muy independiente.
- Reacciona de manera desproporcionada a algunos estímulos, como pueden ser sonidos o texturas.
A partir de los 36 meses
- Se encariña de manera inusual con algunos objetos.
- Da la sensación de estar cómodo cuando está solo y tiene dificultades cuando se producen cambios en su rutina.
- No se da imitación.
- Elude el contacto con el resto y evita la mirada.
- Suele ignorar a los niños y niñas de su edad, ni juega con ellos ni busca interactuar.
- Parece que está en su mundo.
- Falta de lenguaje, o este es repetitivo y sin aparente significado.
- Puede tener movimientos repetitivos o esteriotipados.
- Juego repetitivo y uso de juguetes y objetos de forma inapropiada.
Si observas que tu hijo o hija se encaja en varios de estos síntomas y crees que puede padecer autismo, lo más recomendable será que solicites una cita con su pediatra, este se encargará de llevar a cabo una evaluación adecuada sobre el caso.