Trastorno por déficit de atención e hiperactividad: ¿cuáles son los síntomas?
El déficit de atención e hiperactividad es un trastorno común en la infancia y que puede afectar de distintas formas a niños y niñas.
Pese a ser un trastorno que se da de manera común en la infancia, adolescentes y adultos también pueden tener déficit de atención e hiperactividad.
Entre el 6% y el 8% de los niños sufren el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, también conocido por sus siglas, TDAH. Normalmente, el momento en el que se observa este trastorno es en la etapa del preescolar.
Es más posible que los niños que tienen un pariente con este trastorno o con otros problemas de comportamiento lo padezcan, aunque es cierto que no se sabe a ciencia cierta cuáles son las causas exactas del déficit de atención e hiperactividad.
Déficit de atención e hiperactividad: ¿qué es?
El déficit de atención e hiperactividad es un problema que viene definido por la existencia de principalmente tres síntomas: la impulsividad, la disminución de la atención y la hiperactividad.
Según la edad y el sexo de las personas, el déficit de atención e hiperactividad se expresa de una manera u otra. Sin embargo, hay algunos síntomas que pueden ser comunes en la población que padece este síndrome.
Podemos encontrar varios grupos de síntomas, los que tienen que ver con no tener la capacidad de concentrarse, es decir, la falta de atención, los que tienen que ver con ser muy activo, es decir, con la hiperactividad, y los que tienen que ver con la incapacidad de controlar el comportamiento, es decir, la impulsividad.
Las personas con TDAH pueden presentar síntomas de cualquiera de los grupos, de todos, o de solo uno, cada persona es un mundo. Si crees que tú hijo puede padecer este trastorno, lo mejor es pedir la opinión a un médico especialista.
Síntomas de hiperactividad
- No para de hablar casi nunca.
- Está constantemente moviéndose, podríamos decir que “no para quieto”.
- Corre de un lado para otro sin un sentido claro de porqué lo está haciendo, también en momentos en los que debería estar sentado.
- Le resulta muy complicado trabajar, estudiar o jugar de manera silenciosa.
- En los momentos en los que debe estar manteniendo la compostura. Por ejemplo, si debe estar sentado en una silla, abandona y se mueve. Y si está sentado, no parar de jugar y de moverse.
Síntomas de impulsividad
Es impaciente y, por ejemplo, contesta preguntas antes de dejar acabar o escuchar lo que se le está preguntando exactamente. Tiene problemas cuando debe esperar su turno para realizar alguna actividad o para hablar, e interrumpe las conversaciones de las demás personas sin darse cuenta.
Síntomas de falta de atención
- Es muy fácil que se distraiga en cualquier ocasión.
- Se olvida de las cosas con facilidad.
- Es normal que pierda objetos, como pueden ser sus juguetes o las cosas de la escuela.
- Le cuesta mucho concentrarse y tiene problemas cuando tiene que organizar sus actividades y tareas.
- Intenta evitar constantemente aquellas tareas en las que se necesita un esfuerzo mental continuado, como pueden ser los deberes o las tareas para la escuela. Por lo tanto, acostumbra a no seguir instrucciones y casi nunca termina sus deberes y trabajos escolares.
- Es una persona descuidada que no presta atención a los detalles y que suele cometer errores (del tipo que sea).
- Le resulta muy difícil escuchar cuando se le habla de manera directa y personal.
- Tiene problemas de concentración.
Es importante no estigmatizar a los niños que padecen este trastorno y trabajar con ellos a diferentes niveles. Por ejemplo, estableciendo metas personales, limitando las distracciones, o teniendo una buena comunicación y dando un buen apoyo.
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